Los concesionarios de la Ruta 87 del transporte público de la Ciudad de México denuncian que se encuentran en total indefensión frente a los actos de corrupción, impunidad y simulación que persisten en la estructura de la Secretaría de Movilidad (Semovi) y del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), cuyos funcionarios hacen caso omiso de su petición y exigencia para evitar la circulación de cuatro placas piratas bajo el amparo de su nomenclatura.
“Tanto la Semovi como el INVEA tienen el expediente completo, pero como comúnmente se dice, se echan la bolita una dependencia a la otra”, explica Jaime Sánchez, quien agrega: “Dice la Secretaría de Movilidad que ya le mandó al Instituto de Verificación Administrativa el oficio para que los retire de circulación, y con eso se deslinda”, mientras que, por su parte, “el INVEA nos dice que no tiene facultades para hacerlo, que eso corresponde a la Semovi”.
Incluso, revela que ya hablaron del asunto de forma directa con el secretario Andrés Lajous Loaeza “y su gente, a la que le delegó esto, no toma cartas en el asunto”.
Sánchez advierte que tienen el oficio mediante el cual la Semovi solicita al Invea que realice el verificativo al transporte, girado por director de Operación y Licencias en Transporte de Ruta y Especializado, Edgar Doroteo García para la directora General del Instituto de Verificación Administrativa, Teresa Monroy Ramírez con fecha del 19 de marzo de este año.
“Sin embargo, vamos a ver en el Invea el resultado de esas acciones porque los vehículos con los permisos que supuestamente amparan las placas 0870105, 0870106, 0870107 y 0870108, porque siguen circulando, y la respuesta es que ellos no tienen facultades para detenerlos mientras tengan un permiso otorgado y firmado por personal de la Semovi”.
Jaime Sánchez acusó que “los funcionarios de la Semovi en el edificio de Popotla, donde se encuentra el Sistema de Control Vehicular, por una dádiva, por unos centavos, manipulan el sistema. Tenemos más de 10 años denunciando esta situación, queremos reiterarlo y hacer que la Semovi volteé a vernos y saque definitivamente de circulación estas placas”.
Sobre todo porque les preocupa esta situación que cada día que pasa se convierte en hábito y queremos evitar que en este reordenamiento del padrón vehicular de la ciudad de México quieran regularizar esto y hagan válida la corrupción que existe en la Semovi”.
El dirigente de la ruta 87 observa que de las cuatro placas piratas que ahora se encuentran en circulación, amparadas con documentos apócrifos, dos de ellas que fueron integradas en el Sistema de Control Vehicular en la pasada administración y dos más en esta, lo cual deja muy claro que la corrupción, la impunidad y la simulación se mantienen más allá de cualquier discurso en contrario que realicen las actuales autoridades del Gobierno de la Ciudad de México.
Esta situación se parece mucho a la simulación de funcionarios de gobiernos anteriores, reitera Jaime Sánchez, porque el problema es del conocimiento de servidores públicos de todos los niveles en la Semovi, desde Lajous Loaeza, como el Subsecretario del Transporte, Brando Alan Flores Pérez; del Director de Operación y Licencias de Transporte de Ruta y Especializado, Edgar Doroteo García; y el Subdirector de Control de los Centros de Revista Vehicular, Juventino Hernández Martínez, quienes únicamente les dan la promesa de que tomarán cartas en el asunto.
Y reitera el riesgo de que ante tal indefensión jurídica les puedan meter ocho placas más que interesados ajenos a la Ruta 87 han intentado lograr desde hace 10 años.